martes, 18 de diciembre de 2012

Vocación frustrada




¿A ti también te pasa?

A veces conoces personas que, en realidad, dedican sus vidas a algo completamente ajeno y desconectado de lo que en realidad les hubiera gustado hacer.

En mi caso, mi vocación frustrada es clara, y todo el que me conozca con un poquito de intimidad, lo sabe. Sin embargo, parece que en este país, en este mundo de locos, el que realmente hace lo que le gusta y lo que quiere, el que persigue lograr sus sueños y no se vende por un salario fijo, una vida medianamente acomodada, una hipoteca decente y una jubilación más o menos segura, es un soñador, un valiente y un insensato a partes iguales.
 
Y yo me pongo a pensar y me doy cuenta de que, tal y como están las cosas, por mucha seguridad y mucho salario fijo que persigamos todos como borregos en un intento de aburguesamiento que casi parece que llevamos programado por defecto en el cerebro, en realidad, es todo una utopía, un engaño y, como norma general, salvo honrosas excepciones, el que vale, vale, y el que no, a seguir buscando, que de contratos fijos y despidos improcedentes está el mundo lleno.
 
Con lo que me digo: "total, ¿para qué?". Para qué vas a trabajar toda tu vida en algo que te hace profundamente infeliz, que te cuantifica -que no, cualifica- como uno más, un ciudadano atolondrado, que sale de casa cada mañana pensando "un día más" -o un día menos, según se mire-. Casi como robotizados nos levantamos, llegamos a nuestro lugar de trabajo, aguantamos con más o menos estoicismo, producimos, contamos las horas para volver a casa, salimos airosos, llegamos a casa y cargamos la pila ya desgastada para el día siguiente. Y vuelta a empezar. Otro día más, y otro más, y una semana más y un mes más, un año más... Y otra vida más... ah, no, perdón. Eso no. Que, hasta donde a mí me han contado, sólo tenemos una.
 
Al final, ¿qué nos queda? La vida la vivimos cada día que pasa, no sólo el fin de semana. Por eso es importante exprimirle el jugo cada día y cada hora, no sólo de viernes por la tarde a domingo por la noche. Considero tremendamente afortunados a aquellos pocos elegidos que, bien por valentía, bien por que lo han sudado y se lo merecen, o bien por puro azar, dedican cada día de sus vidas a hacer lo que les gusta, lo que les apasiona. Siento envidia, de la sana, claro. Son personas dignas de toda mi admiración.
 
También está el que sabe acostumbrarse/resignarse y que lleva su carga con una sonrisa. Éste, el soñador de tipo "B", ya no hace lo que le gusta, sino que le gusta lo que tiene que hacer, que no es lo mismo. Pero también tiene mi admiración, por que ese individuo sabe aprovechar lo que tiene, sabe sacarle la parte buena a lo que le ha tocado vivir y trata de ser feliz con ello, y hasta lo consigue. Pero no va de éstos mi escrito.
 
Yo, desde luego, trato de buscarle el lado bueno a lo que tengo, puedo considerarme una persona afortunada y, definitivamente, no tengo ningún derecho a quejarme de la vida que me ha tocado vivir. Eso sí, me esfuerzo, trato de progresar, de hacer lo que hago lo mejor posible y, por qué no decirlo, de tener mejor hipoteca, mejor jubilación, mejor aburguesamiento y, evidentemente, mejor salario. No es que me haya acomodado, por que mi trabajito me cuesta estar donde estoy y hacer lo que hago, la verdad. Son muchas, muchas horas de trabajo, unas más llevaderas y otras menos... pero, en definitiva, trato de hacer lo que se espera de mí, de conseguir lo que todos los padres desearían para su hija. Pero siempre, inevitablemente, con una espinita que a veces escuece más y a veces menos, sabiendo que siempre quise ser algo que, posiblemente, nunca seré.
 
Así que, apoltronada en mi cobardía, mi sentido común o mi incómoda comodidad, felicito desde éste, mi altavoz particular, a todas esas personas que han sido capaces de echarle el resto y perseguir sus sueños, que han dejado atrás los prejuicios y las convicciones sociales junto con la comodidad y la seguridad, que han estado por encima del encasillamiento al que el asalariado medio se somete y, por contra, no han renunciado a sus sueños, no han perdido de vista sus ilusiones y no han dejado de creer en que pueden hacer -o al menos intentar- lo que les hace verdaderamente FELICES.
 
Enhorabuena a todos ellos.
 
Desde el becario ninguneado que tiene claro que quiere ser un director ejecutivo de altos vuelos hasta el artista trotamundos que pasa penurias en su búsqueda de reconocimiento, pasando por el opositor que echa más horas estudiando que viviendo y sin olvidarme de la mujer que compagina su trabajo no remunerado de madre-ama de casa con sus estudios preuniversitarios por que quiere dedicarse a alguna cosa que exige título oficial.     
    
Desde luego, no quiero que se me malinterprete. No se puede vivir de la sopa boba y me da mucha risa de todos esos mindundis que, como no han conseguido lograr su sueño o vivir de él, se quejan y exigen ayudas porsucarabonita en vez de ponerse a currar de lo que les toque, adaptarse a la realidad que tienen y apechugar, como hacemos la inmensa mayoría de los ciudadanos.
 
Es decir, no debemos soportar unos la carga para que otros realicen sus sueños. Lo mismo que dije antes, el que vale, vale y el que no vale o no ha tenido suerte -que también puede ser-, que se adapte. Que está muy bien intentarlo, pero no condicionarnos a los demás a pagar los fracasos de los soñadores... (vaporalosactores-pidesubvenciones, porsinosehanotado). 
 
En fin, como iba diciendo, mi enhorabuena.
 
Y, para ser coherentes, mi enhorabuena también a aquellos que lo intentaron, no lo lograron, y sin embargo, han sabido adaptarse, seguir pá-lante y ser felices con lo que les ha tocado. Enhorabuena a los soñadores de clase "B".
 
Yo, de momento, seguiré tratando de ser una clase "B".

Y tú, ¿de qué clase eres? 
 

viernes, 29 de junio de 2012

Suicidas reivindicativos


No puedo con los kamikaze. Soy consciente de que esta entrada puede generar polémica y que el debate sería eterno. Pero siento ser yo quien os lo diga, mis queridos ciclistas suicidas: NO tenéis razón. 

Y siento ser yo quien os lo diga, porque aunque hoy en día no lo parezca con mi vidasedentariaobligatoriadesdehaceunpardeaños, resulta que una servidora, desde muy pequeñita, monta en bici por la calle, bueno, más concretamente, por la calzada!!! ...Intrépida que es una, ya veis.

Pues sí, acostumbraba a salir a montar en bici cada sábado por la mañanita con mi padre y con mi hermano, y a veces con más chavales de la urbanización que se apuntaban a nuestra excursión, y nos íbamos callejeando y pedaleando desde la puerta de casa hasta el Campo de las Naciones (que por mucho que se empeñen en llamarlo "Parque Juan Carlos I" para mí siempre será el Campo de las Naciones). Pedaleábamos por la calle, todos en fila de uno, bien pegaditos a la derecha, indicando con la mano cada maniobra, respetando los ceda el paso, pasos de cebra, semáforos, prioridades en los cruces, y todas y cada una de las normas de circulación que, al hacer uso de la misma vía que los coches, nos aplicaban también. Y llegábamos, sanos y salvos. Nos pasábamos toda la mañana circulando por el Campo de las Naciones, haciendo circuitos, carreras, caballitos... Y a eso de las 14h nos volvíamos por donde habíamos venido, llegábamos exhaustos a casa y según entrábamos por la puerta, nuestra santa madre nos estaba esperando con una jarra helada de zumo de limón bien cargado de azúcar y con una pizca de bicarbonato para las agujetas (sí, lo habéis adivinado, entonces la era Aquarius era sólo una canción del grupo Hair versionada por Raphael).

Por eso hablo con conocimiento de causa cuando os digo que no tenéis razón:

No es razonable que un ciclista vaya por todo el medio del Paseo de la Castellana de Madrid, -que no va por su derechita, no-, cuando tiene un bulevar por el que puede recorrerse la Castellana de punta a punta si quiere, y que, para colmo de males, va totalmente vestido de negro. 

No es razonable que una ciclista se incorpore en un cruce por la  izquierda, sin ceder el paso y sin ni siquiera mirar si viene algún coche. Para los que no lo sepáis, -que claro, no tenéis por qué saberlo, por que para montar en bicicleta por la calzada no hace falta examinarse y aprenderse las señales ni normas básicas de circulación, ¿verdad?- en un cruce, si no hay señal alguna que otorgue prioridad, tiene preferencia el que va por la DE - RE - CHA.  

Y no es razonable que, como si de un acto de chulería contra el conductor motorizado se tratase, vayáis por la vida como si fueseis los dueños de la calle, como si estuvierais pensando, llenos de soberbia, "si, si, mosquéate lo que te dé la gana, guapita, que yo no pienso apartarme hasta que no me salga de los...".

Por que claro, ¿qué voy a hacer si quiero adelantarte y no te da la gana de echarte a la derecha? ¿atropellarte? ¿recorrerme toda la Castellana de Cibeles a Cuzco a 10 km/h? ¿Parar Madrid para que tú puedas pasear tranquilo, a tu ritmo, disfrutando de las vistas de la Plaza de Colón?

Desde luego, mira que hay ciclistas respetuosos -y conductores gañanes, que también-, pero cuando me topo con alguno de estos kamikaze que se te ponen chulos porque saben que no te quedan más narices que aguantarte, me dan ganas de... de... de bajar la ventanilla y gritarle:

¡¡¡Vete al Campo de las Naciones, leñe!!!

lunes, 11 de junio de 2012

Ojalá pudiera...


Es increíble como hay veces que parece que no terminas de salir de una y te metes en otra, como, casi sin darte cuenta, se te suceden los problemas y las desgracias y parece que te ha mirado un tuerto y piensas ¿qué está pasando? ¿qué mierda de racha es esta? 

Pero qué impotencia más grande cuando esto mismo les pasa a las personas que quieres. Cuando ese alguien especial pasa por un bache, hay que ver lo que te gustaría poder hacer algo y simplemente te sientes estúpida, inútil y aunque sabes que no está en tu mano, que a veces la vida es así de dura, no puedes evitar sentir que tienes que hacer algo, que quieres hacer algo, pero que no puedes hacer NADA.

Me encantaría poder ayudarte, mi alguien especial, me encantaría poder compartir tus penas para que así tuvieras que soportarlas sólo por mitades, desearía que existiera un remedio para el pesar y una cura para las preocupaciones y los lamentos. Pero no los hay, o ni tú ni yo los conocemos. Vendrán tiempos mejores, por supuesto, y yo trataré de que éstos que ahora nos ha tocado vivir sean menos penosos en tanto que quieras pasarlos conmigo. Yo estaré aquí para escucharte, o sólo para acompañarte. Simplemente estaré aquí, esperándote. 

Esperándote con mis mejores abrazos, tendré los oídos bien atentos para aquello que me quieras contar y los ojos bien abiertos para aquello que me quieras mostrar. Estaré aquí para darte lo que necesites, aunque sé que lo que realmente quisieras no te lo puedo dar. 

Estaré aquí, sintiéndome impotente hasta la médula. Ojalá pudiera ayudarte.

Ojalá pudiera hacer más.

Ojalá pudiera...




martes, 29 de mayo de 2012

Aventuras y desventuras de una convivencia


Está claro, nadie lo discute. La convivencia tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Vamos, que la convivencia es fina Filipina.

Sin embargo, no siempre es igual, sino que va mutando a lo largo de las distintas etapas de la vida. 

Así, el que ha crecido en el seno de una familia numerosa, con varios hermanos/as -como ha sido mi caso-, sabrá de lo que hablo si le recuerdo frases inolvidables como: 
"¿¿¿Quién se ha comido mis natillas???"; o
"Que no hay papeeeeeel!!!"; o
"Me pido alante!!"...
Este tipo de situaciones son cosas que para un no-hijo-único, han sido el pan de cada día durante años y años, al igual que heredar libros de texto, el uniforme del colegio (rodillera sobre rodillera), contener la rabia cada vez que te mandan a la cama antes que a tu hermano mayor, o exigir a tu madre que parta la última croqueta en cuatro trozos milimétricamente idénticos -uno para cada hermano- bajo pena de cisma familiar como se le ocurra asignarla al tun tún...  

Que me perdonen los hijos únicos, pero, si lo son, no pueden saber de lo que les hablo. Por mucho que no seas un niño consentido, por mucho que tus padres te hayan educado con disciplina militar, si no has tenido hermanos, no puedes saber lo que se siente cuando todo, absolutamente todo, es "para compartir". Hasta para decidir quién recoge los domingos la cocina, se sortea a los chinos. Y si tú freigas, tú barres. Y si tú sacas la basura, tú limpias la mesa. Y si tú te comes el huevo kinder, tú te quedas con el juguete. Y si tú te rebelas, también tú te llevas un bofetón. 

Resulta que esas mismas situaciones son las que hacen que aprendas cómo sobrevivir a una convivencia. El que no lo ha vivido no sabe de lo que se es capaz por el último trozo de bizcocho, sobre todo si es tu hermano -el que ya se ha comido el trozo más grande-, quien amenaza con repetir ración. Nadie te explica cosas que, de otra manera, nunca aprenderías:

¿Cómo convivir? 

¿Cómo compartir? 

¿Cómo sobrevivir bajo el mismo techo con tus semejantes, reprimiendo las eventuales ganas de matar a alguien?

Y salvo algún caso aislado de parricidio, la inmensa mayoría sobrevivimos. Nos hacemos mayores. Nos emancipamos y nos hacemos dueños y señores de una independencia que lo abarca todo. Establecemos nuevas reglas que son nuestras reglas. Vamos, que aún no somos padres y ya comemos huevos!

Y NO compartimos las natillas, NO esperamos turno para hacer pis, SÍ nos comemos la última croqueta, SÍ nos vamos a la cama cuando queremos, NO ponemos el rollo en el porta-rollos, SÍ vemos el canal de TV que queremos, SÍ monopolizamos el sofá... Y es curioso, pero las relaciones con tus padres y hermanos mejoran. Hasta tienes ganas de que llegue el fin de semana para celebrar la comida familiar y recordar lo que es sentarse a comer con el codo de tu hermano clavado en tu estómago!

Pero un buen día, conocemos a alguien, nos gustamos, nos enamoramos... Y de repente, ¡ZAS! Conviviendo otra vez como hacía años. Volviendo a compartir los tiempos del baño, el canal de TV, el sofá, las natillas, las croquetas... Y aún más, porque ahora también compartes la cama, la nevera, los libros, los electrodomésticos, la factura de la luz, del agua y del gas, los sablazos del cerrajero cuando te dejas las llaves puestas por dentro, las manías del compañero y las tuyas propias, la marca de papel higiénico, el perfume del suavizante, el toallero, la forma de hacer la tortilla de patatas que te enseñó tu madre, el espacio en el tendedero para tu ropa delicada, la mantelería de la abuela, el tiempo de ocio... y un sin fin de cosas que todavía son más complicadas de compartir que cuando vivías en casa con tus padres y la jauría de tus hermanos.

Pero lo haces. Te embarcas en esta nueva situación cargadito de ilusión y con mucha mano izquierda.

Y así, casi sin darte cuenta, ya estás viviendo de nuevo las aventuras y desventuras de una convivencia. Pero eso sí, esta vez elegida, que no es lo mismo que venir a nacer en una familia llena de competencia, que tú eso no lo elegiste. Oiga, ¡¡que nadie te preguntó!!

Y piensas:
¿¿porqué?? 
Es que acaso el ser humano no escarmienta?!!  

La respuesta es rotunda:

         

   Porque claro, todo lo malo no es nada comparado con lo bueno.  

jueves, 29 de marzo de 2012

Cosas que me dan rabia...


... o mejor dicho, dejándome de sutilezas, que me ponen de los nerviossss!!
  • Que no me cojan el móvil y en cuatro tonos salte el buzón. 
  • Rozarme con algo y estropearme una uña nada más terminar de pintármelas.
  • Que me pidan algo de trabajo un minuto antes de que sea la hora de salir.
  • Hacer la compra del mes y darme cuenta, cuando me toca pagar y tengo el carro lleno hasta los topes, de que me he dejado las bolsas en el coche.
  • Los agonías que nada más ponerse en verde el semáforo, ya están quemando el claxon.
  • Hacerme una coleta y que la goma no sujete lo suficiente.
  • Llegar tarde al cine y buscar tu asiento como una imbécil porque ya han apagado las luces.
  • Que llenen de publicidad los programas de radio que escucho por las mañanas en el coche camino del trabajo.. Queridos señores locutores: yo a estas horas quiero música que me despierte y no que me vendan un seguro de coche o un viaje combinado!!
  • Observar como la cola de al lado siempre va mucho más rápido que la tuya.
  • Ver que una niña pequeña lleva los leotardos caídos, de modo que el tiro lo lleva a la altura de las rodillas, y su madre/abuela/cuidadora no se los suba... Es que cuando lo veo -en mis propias sobrinas- no lo puedo soportar... ¡¡Diosss, niña, ven aquí que ya te subo yo los leotardos!! 
  • Esperar el ascensor y que, contra más prisa lleves, más tarde en llegar a tu planta.
  • Que justo mi talla sea la única que se les haya agotado... oye, qué casualidad, eh?
  • La lentitud de mi PC.
  • No encontrar la prenda exacta que busco en ese agujero negro que es mi armario.
  • Que las lentejas siempre me salgan aguadas.
  • Entrar en un autobús en verano a -7º (y yo en tirantes, claro).
  • Entrar en el metro en invierno y sudar la gota gorda.
  • Que la gente llegue tarde.
  • Estrenar medias (o lo que es lo mismo, romper medias nuevas).
  • Ir buscando sitio para aparcar y que siempre encuentre sitio el lentorro de delante.
  • La mala educación.



viernes, 23 de marzo de 2012

¿Dónde está la diferencia?




Acabo de leer una noticia que me deja atónita una vez más. Y no sé de que me sorprendo, la verdad.

No suelo tener mucho tiempo que dedicar a leer la prensa y, cuando gozo de algún momento libre en el trabajo, suelo recurrir a cualquier periódico digital en el que, en cosa de cinco minutos, te puedes hacer una idea de que el mundo sigue igual de loco que cuando lo dejaste.

El caso es que, echando un vistazo rápido a la portada de hoy, después de política, fútbol, gran hermano y más política, me llama la atención un pequeño titular:
"Una mujer de 342 kilos quiere alcanzar los 730"
Sí. Definitivamente el mundo está igual de loco que la última vez que le pregunté. 

Resulta que a esta americana de treinta y pocos, madre de dos niños -y pirada total-, se le ha ocurrido la feliz idea de convertirse en la gorda más gorda sobre la faz de la tierra, batir todos los récords habidos y por haber y... ¿pasar a formar parte de la historia reciente, convirtiéndose en la Reina de Gordilandia

Supongo yo que esta mujer, que seguramente sería gorda de nacimiento -y que ahora es gorda por deporte-, habrá pensado "si no puedes vencer al enemigo, únete a él". 

Pero, alma de cántaro, una cosa es que que te reveles contra los actuales cánones de belleza, que le saques el dedo a todo aquel que te rechace a causa de tus kilos y que decidas que te gusta comer más que a un tonto una tiza y que te niegas a encadenarte a la lechuga y el brócoli por los siglos de los siglos, y otra cosa muy diferente, es que decidas hacer de tu capa un sayo y ponerte metas de los kilos que debes coger antes de que finalice el año para poder aparecer en el Libro Freak-ness de los Récords y tener tus siete segundos de fama porque a una despistada como yo le dé por leer la chorranoticia de tu enfermizo propósito, que aparece -insisto- después de la noticia de la última gala de gran hermano. 

Y digo bien, propósito enfermizo. Porque ¿acaso esto no es propio de una mente desequilibrada? Me explico: no hay duda de que las enfermedades de la mente son realmente peligrosas y no hay peor enfermedad que maltratarse a uno mismo hasta límites insospechados. Los hospitales, sanatorios y clínicas de todo el mundo están llenos de personas que, por una desgraciada razón, quieren lastimarse de un modo u otro, no sienten el más mínimo apego a la vida o, si lo hacen, no son conscientes de que su conducta, antes o después, acabará en tragedia. Y más concretamente, estamos hartos de escuchar que algún conocido o conocida -más generalmente esto segundo-, padece desórdenes alimenticios y está recibiendo tratamiento para intentar curar esta terrible ENFERMEDAD. Hartos de saber que familias enteras sufren porque alguno de sus miembros ha caído en la desdicha de que algo no esté del todo bien en su cabeza y se esté maltratando ante la impotencia de sus seres queridos. 

¿Acaso esto no es lo mismo? 

Y sin embargo, lo sacan en las noticias como si de un atleta que se está preparando para batir el actual récord de salto de longitud se tratase. No señor. Esto es cosa seria. 

¿Por qué no nos sacan en prensa la última chica que ha sido ingresada por padecer anorexia? ¿o el último señor que, presa de una enfermedad mental, ha intentado quitarse la vida?

¿Dónde está la diferencia? 

Esta mujer está enferma y hay que actuar en consecuencia. No es friki. No es gracioso, ni curioso. Es una maldita enfermedad. Y sólo de ver al maridito de turno colaborando en esta hazaña de sobre-alimentación, cooperando en acortar su vida cada día un poco más, se me ponen los pelos de punta. 

Para más inri, se supone que el objetivo es batir el actual récord de peso de 635 kilos, cuyo poseedor falleció a los 41 años de edad. O lo que es lo mismo, se quitó la vida siendo jovencísimo. 

Esta mujer tiene 33 años. Y dos hijos.

Y necesita ayuda.   

viernes, 16 de marzo de 2012

Blondie Blog




Anoche pasó algo muy especial.

Alguien muy muy importante para mí por fin supo de la existencia de mi blog. Supo de este rinconcito de anonimato en el que me gusta expresarme, en el que me siento a salvo para escribir lo que soy y lo que pienso, refugiada por la idea de ser una completa desconocida para el mundo exterior.

Al principio sentí una mezcla de nervios y pudor, como la primera vez que te muestras desnuda. Tenía muchas ganas de que lo supiera y lo leyera, y estaba impaciente por conocer su opinión, pero temía que pensara que escribo chorradas y que esto, a fin de cuentas, viene a ser al siglo XXI lo que el clásico Mi Diario al siglo XX, pero que hay una edad -que dejé atrás hace mucho- en la que se deja de escribir cosas del tipo:

"Querido diario.
Hoy he visto a Pedro en el recreo, y me ha saludado y hasta me ha ofrecido un poco de su bocadillo! Menos mal, creía que estaba por Susana, pero me he dado cuenta de que en realidad pasa de ella, ni la ha mirado. Yo creo que está por mí. ¡Fastídiate, Susana!" 

Y entonces hizo "click" y leyó una entrada al azar. Y, de momento, me dijo que le gustaba el formato (versión para móviles).

Y a continuación leyó otra. Y yo, mientras tanto, con el corazón en un puño, aterrada pensando que en cualquier momento sacaría su "boli-rojo-mental" y empezaría a detectar fallos, sinsentidos, erratas... o que en cualquier momento bostezaría y me devolvería la Black Berry con una palmadita en la espalda tipo:

- Muy bien cariño... Uy, qué tarde es ¿apagamos la luz?

Pero no fue así. Leyó otra, y otra más.

Y sonreía. Cada poco soltaba una tímida risita y seguía leyendo.

Le gustó.

Y yo me sentí feliz. Sentí que estaba mostrando mi obra inacabada al crítico que más inseguridad me causaba, ante el que más vulnerable podía sentirme, cuya opinión más me importaba. Y que le gustaba. Incluso el nombre le gustaba.



Sentí que ya me conoces un poquito más. Sentí que por fin conoces esta parte de mí que desde hace no mucho está viendo la luz tímidamente, y no sólo eso, sino que lo aprecias, que no te burlas y que también me disfrutas leyéndome. Leyendo este pedacito de mi ser que ahora sabes que existe y que guardo a partes iguales con cariño y con recelo. 

Leyendo éste, que ya será para siempre y gracias a ti, querido Pijolas, mi Blondie Blog.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Un pobre hombre


La perlita ya ha aparecido... Lo que yo decía.

Y ahora el padre está en libertad con cargos, (¿que qué cargos?)

Pobre hombre.

Capítulo V


martes, 13 de marzo de 2012

Y la saga continúa



Al final resulta que, efectivamente la perlita era tal cosa, y sí, se gastaba la paga en "porritos" y otras lindezas.

Por partes:

Le castiga su padre... y le denuncia.

Le denuncia y se lo llevan detenido por una supuesta detención ilegal.

Se meten por medio los servicios sociales por si está en desamparo... y se la llevan a un centro de acogida.

Se la llevan a un centro de acogida... y la joven no muestra muy buena actitud (que lo que quería era ir a las fiestas, leñe, que no os enteráis!).

La joven se porta mal en el centro...Y le castigan.

-Inciso:  ¿¿castigarla?? Cómo pueden castigarla en el centro de acogida, si por lo visto, ese fue el motivo de que la Benemérita se llevase detenido al padre! Y ahora, ¿qué hacemos con el centro de acogida?? ¿Lo clausuramos por secuestro?-

Le castigan... Y la chavala, se escapa.


En fin... qué país. Esto, lamentablemente, no pinta bien, nada bien...






miércoles, 7 de marzo de 2012

Diez cosas intrépidas que he hecho en esta vida


10. Empezar a escribir mi propio blog.

9. Plantar cara a Il Divo cuando me lo encontré aquella vez y le dije: "¿Qué pasa, que no hay más bares?"

8. Ir desde bien pequeña -7 años- de campamentos varios, verano tras verano e invierno tras invierno, a aprender a ser sociable, autosuficiente, valiente... e intrépida!

7. Salir en la tele: bien en los anuncios de Nenuco, bien en varios concursos de TV... y ya puestos, ganar!


6. Decirle una y otra vez a mi querido Pijolas que me llevase a bailar, hasta que lo hizo.


5. Tatuarme el empeine izquierdo pese a que el típico tatuador tatuado hasta las encías me dijese: "tú verás... pero mis pies es la única parte del cuerpo que no llevo tatuada ¿te dice algo?"

4. Viajar por Marruecos, en plan "a buscarnos la vida" y acabar visitando casi todo el norte del país en cuatro días.

3. Hacer deportes de aventura: rappel, rafting, espeleología o descenso de cañones, saltar en parapente...

2. Comprarme una moto. Y, por supuesto, conducirla por Madrid hecha una fitipaldi!

1. Vivir sola. Sin haberlo decidido, el destino así lo quiso y yo me enfrenté a ello. Tuve la oportunidad de echar marcha atrás... Y sin embargo, como ya os conté, lo he disfrutado con todas y cada una de sus etapas. ¡Y ya van más de dos años!

martes, 6 de marzo de 2012

Alucino pepinillos


De verdad, yo es que a veces alucino pepinillos, me quedo to loca o, sencillamente NO DOY CRÉDITO con cómo funcionan algunas cosas en este país de charanga y pandereta. 

Lo último que me ha dejado en este estado de shock es una noticia de hace un par de días que, aunque ha pasado sin pena ni gloria por casi todos los medios de prensa española -demasiado ocupados hablando de Urdangarín, la crisis o el fútbol-, mi reverenda madre me comentó ayer y hoy mismo he podido leer y releer sin pestañear. 

El titular es el siguiente:

 "Detenidos por castigar a su hija sin salir"

Y sí, así es, no perdáis detalle, que resulta que detienen a un padre -y acusan a su ex mujer por cooperadora, al no oponerse- por un delito de detención ilegal... ¡por castigar a su hija sin salir! 

Yo es que me lo imagino y se me ponen los pelos como escarpias: típica niñata de 16 años, hija de un matrimonio roto de clase media baja que, seguramente, pasará olímpicamente de sus progenitores y estará todo el santo día haciendo pellas en el instituto, de botellón en el parque y gastándose la paga en tops de fulana, piercings, calimocho y cigarrillos... Y va el angelito y se planta en una comisaría para denunciar a su padre porque le castiga sin salir! (que vaya usted a saber que proeza habrá hecho la tiparraca ésta para que le impongan el castigo más clásico que se ha inventado).

Pero es que lo más indignante, lo tremendo de esta historia, no es que esta adolescente -que ya apunta maneras- tenga el cuajo de denunciar a sus padres por castigarle, no. Lo increíble es que un puñado de  "adultos" atiendan a las pretensiones de la muchachita y, ni cortos ni perezosos, se planten los beneméritos en la casa de este pobre infeliz y le detengan para declarar ante el juez!! 

Que digo yo, ¿no tendrá mejores cosas que hacer su Señoría, que valorar si la criatura es o no merecedora del castigo de su padre? Porque hay que ver, ¿dónde se ha visto esto? convendréis conmigo en que se trata de un hombre despiadado donde los haya, que castiga a su hija sin salir en plenas fiestas del pueblo... En vez de darle un buen guantazo, que pica un momento pero se pasa en seguida! 

Vamos, que soy yo el padre y le estoy dando leches hasta que se le caigan todos los piercings del cuerpo... Y que vuelva a por más, si todavía le quedan ganas a la perlita! Pero claro, visto lo visto, todavía se lo llevan preso al hombre.   

¡Y ahora los servicios sociales están estudiando si la chavala está en situación de desamparo! Pero ¿qué desamparo? En desamparo estaría si sus padres pasaran de ella y de lo que hiciera, no le castigasen nunca ni le reprendiesen por su mal comportamiento, por sacar malas notas o por llegar pedo a casa.

¿Qué ha pasado con la autoridad paterna/materna? ¿Qué tienen que decir los jueces de que unos padres castiguen a su hija? Recuerdo la polémica que suscitó la primera vez que saltó a la palestra la noticia aquella de que si los padres daban un azote de vez en cuando a los hijos, podrían ser detenidos por maltrato... Así que ahora, la reacción lógica es castigar a los hijos, ya que no se les puede tocar un pelo como si gozaran de inmunidad paternofilial. Cierto es que hoy día las autoridades están mucho más sensibilizadas con el tema del maltrato infantil, y sé perfectamente que tiene su razón de ser, pero yo creo que en este asunto no van por ahí los tiros... Así que, si tampoco se les puede castigar sin salir ¿qué hacemos? ¿les ponemos de cara a la pared un rato a pensar en lo que han hecho? 

Vamos, será que no me he llevado yo tortazos por mi mal comportamiento, y aquí estoy, sin traumas infantiles,  vivita y coleando, soy una personita de provecho, respeto a mis padres por encima de todo y considero que estoy bastante bien criada, gracias sin duda, a la educación que he recibido de ellos, con sus azotes, sus castigos y sus broncazos cuando ha hecho falta.

 Ojiplática me quedo, vamos...


lunes, 5 de marzo de 2012

Los Óscar 2012, by La Nueva Vecina!!


Por fin!!

Ya ha llegado, ya está aquí, mi Top Five de las mejor vestidas de la ceremonia de los Óscar de este año! (y, para no perder las buenas costumbres, con un más que considerable retraso).

En un honroso Número 5...



... Natalie Portman, vestido vintage, llenito de lunares.


En el Número 4...



...Emma Stone, muy guapa, aunque demasiado tapada.


En el Número 3 ...





... Sandra Bullock, con un elegante vestido Black&White y espalda de vértigo.


En el Número 2...



... Milla Jovovich, con un vestido de fiesta, totalmente acorde para la ocasión.

Y en el NÚMERO 1...






.... IMPRESIONANTE, GWYNETH PALTROW!!  


Enhorabuena!!

domingo, 4 de marzo de 2012

Mi primera vez


Hoy ha sido mi primera vez. Y la verdad es que me ha encantado, me la esperaba mucho peor y todo lo contrario: he disfrutado de lo lindo.

Sí, hoy ha sido la primera vez que he ido al cine sola. Y puede que parezca una tontería pero ¿todos lo habéis hecho alguna vez? Seguro que no. Es como lo de ir a comer sólo. Hay gente que es incapaz de ir a comer sola.  Gente que, si no tiene quién la acompañe para ir a comer en la hora de descanso en el trabajo, prefiere comerse un triste sandwich delante del PC ojeando la prensa en internet antes que caer en la "terrible vergüenza" de que nadie la vea comer en solitario. Pues qué idiotez, digo yo.

Lo de comer sola, no sé ni cuantas veces. Pero el caso es que con el cine, nunca se había terciado lo de ir sin más compañía que la mía misma. Y lo de hoy, pues así ha sido:

Hoy (domingo, por cierto) me he levantado a las 8.00h y he tenido que presentarme de buena mañana en el despacho para lo que ha terminado siendo un intenso día de trabajo urgente. Finalmente, a eso de las 18.30h he conseguido liberarme y la verdad es que lo que más me apetecía en el mundo era ver una peli entretenida, zamparme un buen bol de palomitas y olvidarme de todo, solamente disfrutar de mi momento cine del fin de semana. Total, que se me ocurre llamar a mis amigos cinéfilos por si se unen, pero resulta que, como pronto, hasta la sesión de las 22h no podía nadie...

- ¿¿A las 22h?? Ufff... pues con el díita que llevo, a las 22h estoy vegetal fijo... y además, no quiero acostarme tarde... no sé, no lo veo.. ¿Y ahora qué hago yo? ¿me voy a casa a poner una lavadora y hacer tiempo? vamos, y luego no salgo de casa ni de broma, que me conozco!!

Así que me he dicho a mi misma: Lolailo, no renuncies a tu tarde de cine.

Una entrada, unos nachos con queso, una cocacola, una peli entretenida y pantalla gigante... planazo!!

Y me ha encantado, creía que me iba a sentir patética, que todo el mundo me miraría con cara de lástima en plan "pobrecita, va solita al cine", ¿¿cómo he podido ser tan boba?? Lo cierto es que no sé -ni me importa- si alguien en todo el cine ha reparado en mi presencia.

Lo mejor: que no se me ha sentado nadie al lado para darme la brasa con sus ruiditos (o para incomodarme tratando de no molestar yo con los míos).

He disfrutado, y en cierto modo, aunque pueda parecer una niñería, me siento como si hubiera descubierto algo más que puedo hacer por mí misma, sin necesidad de depender de otras personas. Quiero decir, no me malinterpretéis: me encanta ir al cine con la gente que quiero, y poder realizar todo el "rito", con sus cañas posteriores para comentar la peli, pero ahora ya sé que no tengo por qué quedarme en casa con esa sensación de "jo, qué pena, con las ganas que tenía de verla", si me apetece ver una peli en un momento dado y nadie se apunta. La veo y punto, (y sí, a veces puedo esperar y verla en otro momento, pero otras veces soy de las que sé lo que quiero y lo quiero ya).

Y a las 22h en casita como una reina, que mañana hay que madrugar y no quiero acostarme tarde!

Total, que espero repetir.

Por cierto, la película Chronicle, entretenidilla, aunque el final... algo predecible!




jueves, 23 de febrero de 2012

Los Goya 2012 by La Nueva Vecina!




Pues sí, queridos amigos y amigas, con varios días de retraso y todavía sumergida en la resaca post-Goya que sigue acaparando prensa escrita, televisiva y de Internet, parece que no tengo escapatoria, que no puedo hacer oídos (u ojos) sordos (o ciegos), y que no me queda más remedio que opinar o, mejor dicho, lo que viene haciendo todo hijo de vecino desde que finalizo la misma gala (o incluso durante): co-ti-lle-ar.

Pero se me plantea un dilema, nada, sin importancia... ¡¡no he visto ninguna peli de las grandes favoritas!! Y no por falta de ganas, no. La verdad es que la que más ganas de ver tenía era La Voz Dormida, porque desde que María León se llevó la Concha de Plata, tengo muchas muchas ganas de ver actuar a esta andaluza y comprobar cómo, acostumbrada a observarla en papeles pequeños y eminentemente cómicos, me consigue hacer llorar a borbotones. Así que la semana pasada, cuando por fin logro engañar a mi hermana y a mi madre para ir a verla y lloriquear todas a una, resulta que ya no la ponen más que en unos cines de Alcorcón. Pero nada nos detiene, a Alcorcón que nos vamos (localidad ésta que, por decirlo sutilmente, me pilla un poquito a desmano...). Total, que nos plantamos en las taquillas del multicine de turno, las tres Marías:

- Hola, buenas, quería tres entradas para La Voz Dormida a las 20h, por favor.

- La Voz Dormida? esto... lo siento, pero esa sólo la ponemos de lunes a viernes.

-¿¿Cómo?? Pero si lo hemos visto hace un rato en "La Guía del Ocio"...

- Pues no.

Así que, como tres panolis perdidas en Alcorcón, nos metimos a ver la que menos pereza nos producía de todo el elenco de pelis del multicine, con más sensación de chasco que de otra cosa. Lo bueno es que ahora, con lo de los Goya, la repondrán hasta en la sopa y por fin, podré verla y opinar con conocimiento de causa.

Y volviendo a mi dilema anterior, que no he visto ninguna peli de las favoritas, (y de las no favoritas, que las únicas que había visto de toda la Gala eran The Artist y Un Cuento Chino -que ni siquiera españolas!!- pero ojo, merecidísimos Goyas los dos).

Y ahora, ¿de qué opino yo?


Fácil, de lo que SÍ he visto y revisto... ¡¡de los vestidos de las celebrities!!

Así que, sin más dilación -que ya llevo una parrafada de tres narices-, a continuación os incluyo mi ranking de las mejor vestidas en la fiesta del cine español.

He aquí mi TOP FIVE de las mejor vestidas de la Gala!!!

- En 5ª posición.... 

... una Irene Visedo, vestida muy elegante y sencilla.


- En 4ª posición...

Goya Toledo

...Goya Toledo, un vestido con cola, muy "glamouroso", algo más sofisticado.

- En 3ª posición...

...Elena Anaya, impecable con este vestido estilo Diosa Griega, guapísima y muy juvenil!


- En 2ª posición...
...Juana Acosta, en dos palabras im-presionante!


- Y en 1ª POSICIÓN.... rantatarantatarantaraan (redoble).....
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...TONI ACOSTA ... Sencillamente ES-PEC-TA-CU-LAR!!!.. 
¡¡Enhorabuena!!


Y hasta aquí el ranking de hoy... espero que os haya gustado/disgustado pero, sobre todo, que os haya despertado ganas de seguir "opinando" de la Gala!!!

Nos vemos on the red carpet!

martes, 31 de enero de 2012

Los estreses...

Y yo me pregunto ¿¿Por qué maldita razón incomprensible del destino, siempre llegan los agobios, las carreras, las tensiones, las prisas y, como digo yo, los "estreses" en el último momento??

Me explico:

Ayer, mi día de trabajo fue bastante, BASTANTE tranquilo, (para los que no conozcáis el mundo de la abogacía, esto no suele ser lo habitual, sino que más bien, puedes disfrutar de un día tranquilo cada tres lustros...). Tanto es así que pude resucitar -tras dos años de paro semivoluntario- mi querido y olvidado blog.

El caso es que ya tenía planeado qué iba a hacer en cuanto dieran las 20:00h y saliera escopeteada del curro con destino a mi pequeña -minúscula- franja de libertad diaria...

Pues como no podía ser de otra manera, poco antes de que en mi imaginación se escuchara la típica campana de instituto y mis neuronas se dispersaran a toda pastilla, como si de una jauría de adolescentes el día de fin de curso se tratase, ZAS! aparece mi jefe, que viene a verme y  darme "un regalito", por supuesto, para YA.

..................................................... R E S I G N A C I Ó N

Por fin, alguna hora más tarde, consigo escaparme pero ya mi tiempo disponible no me llega a poco más que a ver algo de TV basura, ponerme el pijama, lavarme los dientes y quedarme sopa...

Pues hoy es un nuevo día, brilla el sol, los pajaritos cantan y mi mañana es, nuevamente, tranquila y relajada... HASTA QUE VUELVEN LOS ESTRESES... Por supuesto, como no podía ser de otra manera, se acerca la hora de comer y, cuando ya estoy intuyendo con qué plato voy a deleitarme hasta que me toque volver al tajo a las 16:00h, ZAS! (bis) otra perlita, por supuesto... ¿¿lo adivináis?? para YA!

En fin... ante esto, yo me pregunto... ¿¿no sería más fácil que mi contrato laboral fuese de 14h a 16h y de 20h a .... a...  Bueno mira, mejor me callo, no sea que algún iluminado de la rama del recurso humano me lea y se le ocurra alguna lucided!

Insisto................................................ R E S I G N A C I Ó N






lunes, 30 de enero de 2012

Pues sí que ha cambiado el cuento!!

Hace dos años que vivo sola y he pasado por todas las etapas que se podría decir que existen en la vida de todo aquel que pase alguna época de su vida viviendo "single"...

Desesperación:

Pero ¿porqué? ¿cómo voy a vivir sola? ¿YO? Nunca lo habría planeado ¿qué voy a hacer? se me caen las paredes encima... ¿Y si me vuelvo a casa de mis papis?
Con lo bien que se está en la casa de los padres de una, sin tener que preparar la cena cuando llegas cansada del curro, sin tener que poner lavadoras, ni tender, sin preocuparte por que los pantalones estén perfectamente planchados (CON RAYA, por favor), ni ir a la compra, ni pagar facturas, ni llamar al técnico porque la lavadora -que es de antes de la guerra- parece que vaya a estallar, ni convencer a mi casero de que tener una caldera de 15 años NO es una opción... No tener que cenar a la luz de las velas porque se me ha calcinado un fusible y el técnico no viene hasta mañana...

Resignación:

No, de eso nada. Seré fuerte. Y valiente. E intrepida. Y una moderna y jovencisima veinteañera que mola un montón porque vive sola en su pisazo de 90 metros con garaje, piscina y el metro en la puerta. E invitaré a amigos, haré fiestas, y cenas, me compraré un friegaplatos (y a Dios pongo por testigo que no volveré a fregar un sólo plato!), aprenderé a cocinar....

Aceptación:

¿Mamá, cómo se hacen las lentejas? ¿a las toallas se les pone suavizante? ¿qué hago si mi olla a presión suena demasiado? ¿no explotará, no? ¿puedes ir a casa a esperar al técnico de la lavadora? ¿Cómo salen las manchas de vino?...

Furor:

Salir y entrar cuando quiero, llegar del curro destrozada y tener TODO el sofá para mí, no pelearme con ningún hermano por el canal de la TV, ni por el volumen, dejarme todas las luces de la casa encendidas si me da la gana, monopolizar el ordenador, y el baño, y el teléfono... Y tener una vida social tan agitada que se te acumulan los planes y la semana no es suficiente para atender tu agenda. Disfrutar de tus amigos en casa con una buena cena y copas hasta las mil de la mañana. Irte a la cama sin recoger... pegarte una viciada de Wii con amigos hasta que se te haga de día, irme de cañas de lunes a domingo sin dar explicaciones, olvidarme del clásico "mamá, no me esperéis para cenar" o del más clásico aún: "hija, podías haber avisado de que no venías a cenar!"...

Estabilidad:

Llegar del trabajo cansada, ponerme el pijama, preparar una cena ligera muy bien acompañada, cenar con mi chico viendo la serie de tv del momento, quedarnos medio groguis en el sofá, acurrucarnos al irnos a dormir, descubrir la compra online y recibir en pijama los sábados por la mañana al del mercado que me trae toda mi compra, levantarme los domingos cuando ya me duela la espalda de tanto dormir, inventarme una paella, tener todo a mi gusto, quedarme un viernes en casa, pedir comida japonesa y ver una buena peli con un buen vino y mejor compañía, invitar a mis amigas y bailar en el sálón como si no hubiera un mañana, compartir mi vida con mi pareja pero seguir disfrutando de mi espacio, sentirme en mi hogar, a gusto y a salvo...



En fin, cuántas cosas han pasado y mil más que me dejo en el tintero... Y ahora, echo la vista atrás y me da tanta pena pensar en cerrar esta gran etapa... Todos aquellos que habéis pasado por lo mismo, lo entenderéis. La vida son etapas, y ahora se me abre una nueva y muy muy atractiva, que seguro que me depara momentos inolvidables y mucha felicidad, pero no puedo evitar sentir cierta nostalgia de lo que pronto dejará de ser mi refugio... Con lo que me costó emprenderla y lo mucho que me alegro de haberlo hecho!

Así que ya sabéis, como un sabio me dijo una vez, todo el mundo debería pasar por la experiencia de vivir sólo una época de su vida. Es una experiencia vital e imprescindible en todos los sentidos.
Yo ya puedo marcar mi "tick" en mi lista de cosas que hacer en esta vida, y ahora empieza una nueva era.

Y me conformo con que sea, por lo menos, tan feliz y enriquecedora como esta que se cierra.